miércoles, 21 de noviembre de 2012

Gente en viajes



En medio de la tempestad de lluvia y viento de dos semanas atrás me fui a retiro rumbo a Junín.
Yo estaba parada en la puerta del conservatorio de ciegos que está a la vuelta de mi trabajo esperando un auto, un bote, un salvavidas, algo, cuando un taxista subió a la vereda para dejar a una chica que iba al coro*.
Llegué a la terminal sana y salva, aunque estaba como un ekeko* humedecido. El colectivo -como de costumbre- salió con media hora de retraso, cosa que no me sorprende en lo más mínimo; que yo viaje en el medio de transporte que sea asegura que la llegada a destino se demore por algunas horas, que se modifiquen los horarios, se rompa la locomotora, la entrada a Luján lleve más de la cuenta, surjan mágicamente escalas donde originariamente no las había, que si en tu ticket decía que llegabas a Aeroparque, en verdad termines llegando a Ezeiza.
El horario de llegada que figura en los pasajes es para mí una ilusión lejanísima, un chiste que divierte y hace llorar de risa a tata Dios. Por eso, tardar 6 horas para llegar a Junín no me parece una locura. Me entretengo mirando a mis vecinos viajeros.
Tuve un señor mayor a dos butacas que viajaba cómodamente en patas, con un chaleco polar sobre su piel, o sea en cueros y el chaleco encima. Le debería haber sacado una foto, me serviría si un día estoy triste para observarla y alegrarme la vida una y otra vez.
Había otro que se mudaba de butaca con cada uno que subía, a cada lugar que se cambiaba aparecía con pasaje en mano el "dueño" de ese asiento. No entiendo por qué no leía en su propio pasaje qué número le correspondía para sentarse y dejarse de joder.
A la vuelta subo al colectivo y veo que adelante sube una mamá con su bebé, pensé "que no llore, que no llore...". Igual tenía mi venganza bajo mi asiento, si el pibe lloraba yo abría mi bolso térmico donde tenía dos kilos de milanesas que había hecho mi abuela, y la vieja le mete provenzal con fanatismo.



*Los chicos y chicas que van al coro me están asegurando una larga estadía en el paraíso, más precisamente 70 años. Por cada ciego que uno cruza se gana 15 días en el cielo. Trabajo acá desde hace 7 años, una persona por día cruzo seguro, calculando 20 días que trabajo por mes para redondear...
5 x 20 x 7 (años que trabajo) x 15 (los días que gano)= 25200 días.

*Suelo llevar muchas cositas sueltas, no voy con bolso grande, no señor. Llevo mochila colgada, bolsa con porquerías sueltas, bolsita con sanguchito y agua, cartera, y a veces se suman algunos etc más. Esta vez llevaba una notebook metida entre la ropa y la caja vacía en otra bolsa.

martes, 23 de octubre de 2012

Los cumpleaños



Voy a referirme más detalladamente al grupo entre las edades de 18 y 35 o 40 años, más o menos. Más menos que más.


El año uno se festeja con bombos y platillos. El día del cumpleaños propiamente dicho, si cae día hábil, la familia se reunirá a almorzar o cenar, y se hará la fiestita el fin de semana. Por ejemplo, el domingo al mediodía, de 12:30 a 17:30 hs. 
Auspicia tu cumpleaños Nutrilon y medallita de oro.

Si los papis tienen muchos amigos con hijos pequeños podrán festejar los cumpleaños subsiguientes, hasta los 9 más o menos, en un pelotero. Si no hay en el círculo otros niños no vale la pena tener un castillo inflable para que se metan dos chiquitos, tres tíos grandulones y una horda de amigos que se emborracharon tomando de vasitos de plástico. 
Lo bueno del pelotero es que te sacás de encima el hacer la comida, comprar los vasitos, barrer y pasar el trapo después de la reunión que te deja la casa patas para arriba... además de un chico pasado de revoluciones, y por qué no, con un desorden intestinal a causa de la ingesta ilimitada de gomitas y caramelos cuando sacaste las empanaditas de copetín* que se estaban pudriendo arriba de la mesa. 
Cabe aclarar que sólo te ahorrás el cocinar y la limpieza del hogar, del chico excitado y vomitado, no se salva nadie. La fiesta se hace por la tarde y se extiende por unas 3 horitas. Yo no tengo hijos, pero sí una hermana que fue pequeñísima como la servilletitititita que viene con la empanadita.
Auspicia tu cumpleaños palitos y chizitos La cholita.

A partir de los 9 o 10 años, edad que ya no da para el pelotero, ya es problema de los padres. Yo calculo que a los chicos los arreglás con un lugar con pasto y pelota. Las nenas ni idea... maquillaje? música y que inventen esquemas de baile? Qué sé yo... La cita es el día del cumpleaños y dura toda la tarde.
Auspicia tu cumpleaños chocolate Águila que aparece en trocitos en la torta.

Ya desde los 15 la fiesta vuelve a ser lo que era. Un quilombo de borrachos, ya no sólo de los padres y sus amigos, sino de los agasajados en cuestión también. La estrella es la sidra coimeada a mozos.
Finaliza de esta manera la participación de los padres en los festejos no oficiales. A partir de los 16 años los eventos se duplican, el oficial es el día del cumpleaños y el no oficial y más divertido, el fin de semana. El lugar no importa, puede ser en una casa donde los padres hayan viajado, en un bar o en la mismísima calle. Lo importante es que no puede faltar la bebida alcohólica en versiones indisfrutables tales como Tía María, licores coloridos que destrozan el hígado, vinos de cajita rebajados con gaseosas (y sin usar vasos!!! Tomás de la cajita un poco, agregás gaseosa, tomás un poco más, agregás más gaseosa... el que esté libre de pecado que arroje el primer Bordolino). 
Ya aparecen los primeros guapos cerveceros y ferneteros. No hay ni torta.
La fiesta arranca tipo 23 hs y se extiende hasta la mañana siguiente, o lo que de el cuerpo.
Auspicia tu cumpleaños Alikal.

A medida que pasan los años y se entra en los veinte la bebida se vuelve más decente, la cajita le da lugar al vino en botella, un gran descubrimiento gourmet; el fernet se acerca cada vez más al Branca; desaparecen los licores. Hay invitados a tu propio cumpleaños que ni conocés. Tu casa se transforma en un bar -ni hablar si sos del interior y te fuiste a estudiar a otra ciudad-, tu baño queda como el baño de un bar, un asco. Los pisos amenecen pegoteados, vasos de todo tipo y color por todos los rincones y no te queda un repasador limpio, todos tienen olor a alcohol. Hasta las plantas se ligan una regada etílica...
Terminás a las 7 de la mañana tomando mates con pizza fría.
Auspicia tu cumpleaños el trapo de piso.

Año a año retorna la comida y el festejo vuelve a ser uno solo, el oficial. Reaparecen de a poco los padres en escena. 
Cuanto más cerca de los 30, la reunión se vuelve más cerca de las 21:30 hs. Recibís regalos de tus amigos!!!  
Ya llegando a los 35, aparecen en la mesa los cubiertos. Qué locura, no? Una cena con amigos, buen vino, de sobremesa unos ricos tragos, borrachera, refrescada de los cumpleaños anteriores con carcajadas. La casa se limpia antes de irse a dormir, se ventila todo y las copas (ja! copas!!!) quedan impecables sobre unas sussex.
Se usan platos para la picada, platos para la cena, platitos para el postre y torta, vasos para gaseosas, fernet, cerveza o agua, copas para vino. Auspicia tu cumpleaños detergente Magistral.

Después de los 40 no sé qué pasa... Ya auspiciará el cumpleaños las latitas de Twinings?? Los festejos son por la tarde???
Ya les contaré...





*me provoca realmente mucha gracia ver un adulto comiendo cosas en miniatura, un panchito, una porcioncititita de pizza. Si para los chicos se hace todo en tamaño mini, no hace falta que sea igual para los mayores. 
Aunque si lo pienso mejor, síganlo haciendo que me alegran la vida. Ver a un señor de traje y barba comiendo una empanadita de copetín me mata...

Aclaración: todo puede cambiar cuando hay niños en las casas. 

martes, 4 de septiembre de 2012

Por un buen ascenso


Modos de comportarse correctamente en un ascensor:

- Primero lo primero: el llamado del ascensor.
Si llegás a la zona de ascensores del edificio y ya está la luz roja encendida del botón de donde se llama al ascensor, no hace falta volver a hacerlo. La luz encendida significa que alguien ya lo hizo antes.
No te va a hacer más caso a vos, no va a llegar más rápido a tu piso para que te subas, no te conoce. Si no sabés qué hacer con las manos, metelas en los bolsillos.

- Los ascensores que tienen dos botones para llamar, uno con una flecha hacia arriba y otra hacia abajo, no deberían representar una gran complejidad. Es fácil, si vas para arriba tocás la flecha que marca hacia arriba, si vas hacia abajo, la otra. No hace falta tocar los dos botones, el ascensor no va a cambiar el recorrido porque vos quieras; es como subirte al 140 en Avenida Córdoba y pretender que te lleve al Correo Central.


Una vez dentro del cubículo:


- Qué parte de "si está la luz prendida significa que alguien ya presionó el botón" no estás entendiendo? La mano en el bolsillo.

- Que haya alguien dentro del ascensor cuando subís no significa que ese alguien sea siempre un ascensorista. Hay civiles que también suben o bajan, no es de uso exclusivo para vos. Si querés ir al 4º Piso apretá el botón que dice 4 (siempre que no esté iluminado ya) no le digas a quien esté viajando con vos el piso al que vas, ni es ascensorista -estaría vestido como tal-, ni le interesa saber adónde vas.

-Si estás yendo a un piso alto ubicate en un lugar -al fondo, ponele- donde no jodas a todos los que bajen antes. Son estos mismos los que van a la farmacia, tienen 10 personas adelante y ya se apoyan en el mostrador. No jodas. No es una barra, no te van a dar un Gin Tonic si te acodás primero.

-Tomarte el ascensor por un piso (exceptúo a personas con muletas, sillas de ruedas u otras discapacidades "de piernas", y viejitos muy viejitos que además sean discapacitados) es de reverendo hijo de puta. Mirá que hay que ser jodido... Les deseo cosas malas. Perdón, no lo puedo evitar.

-Si comiste ajo no podés ser tan descarado y desconsiderado de sodomizar con tu aliento a unos inocentes compañeros de viaje que no sabían lo que les esperaba.

Es más, si comiste ajo no vayas a ningún lado, quedate en tu casa mejor.


Yo prometo hacerlo la próxima vez que coma hummus. Por el bien de todos.


viernes, 3 de agosto de 2012

Asesinos de empanadas



- La humita y la maldad

Si te juntás con amigos, flia o lo que sea que agrupe mucha gente y arman una lista para pedir empanadas, no faltará quien tire "dos de humita" entre sus elecciones, está chequeado. 
Ahora hete aquí que cuando queden en la caja las últimas tres empanadas, las dos de humita estarán ahí esperando, agazapadas, perversas como sólo ellas pueden ser* que alguien las elija. Nunca sucede. Nadie las quiere.

Y el dueño? Ah, ahora nadie las pidió. Tenés que ser mala gente para pedirte no una, sino dos empanadas de humita, y comerte, en vez, las de carne picante de otro comensal. Comete la humita o te la inyecto, carajo!!!! 


*la empanada de humita es una porquería, choclo pasado empastado con harina 000 que se abrió en el mes de enero de 2010. En tu casa capaz, si tenés muchos problemas, la preparás con choclo nuevito y te hacés una rica salsa blanca, pero no te lo creo. Si sos capaz de hacer empanadas de humita, sos capaz de matar, sabelo.


- Ventajero compulsivo

Las casas de empanadas tienen que divertirse con algo, no seamos jodidos y comprendamos; para esto inventan repulgues para identificar el gusto del producto en cuestión. En la realidad del hogar, cuando se abre el paquete, jamás coinciden los repulgues con los dibujitos de referencia*.
Tampoco ayuda cuando te indican con papelitos. Qué lógica siguen? La empanada etiquetada está antes o después del papelito? Imaginate con el hambre que tenemos si nos vamos a poner a analizar la organización del lugar de comidas... Tenemos hambre, no podemos pensar claramente. Además siempre alguno mete la mano antes y ya desbarajusta todo...

Me meto de lleno en el tema. La casa de empanadas que se divierta como quiera, repulgues incongruentes, papeles mezclados, sellos, que parecen ser la mejor manera de identificación. 
Lo que no es divertido es que para saber de qué sabor es una empanada un fulano le meta un bocado que se lleve la mitad, "ah, esta es de caprese, no, yo no pedí caprese, pasame aquella que me fijo si es mía". 
No, loquito, no!!! Qué bronca me da que abran la bocota como hipopótamo famélico y se coman todo!!!! Un día les pongo una empanada de chile habanero y me río como loca yo.



*El peor que conozco en este tema es Bakano, incluso hay repulgues que ni siquiera están referenciados; podés pedir hasta 15 gustos, por ejemplo, pero sólo están referenciados 10. O sea, ya sabés que algo va a salir mal.



- Comunismo letal

Si nos esmeramos por elegir cada gusto, hicimos una lista interminable de sabores con el nombre de cada persona para que luego no haya confusiones*, por qué lanzar como una granada en medio de la mesa: "Es lo mismo, comamos lo que venga".
Ningún comamos lo que venga!!! Si era así pedíamos una docena de carne, una docena de jamón y queso y todos contentos.

Ahí ya sabés quién pidió de humita... Ahora jodete, comete tus dos de humita y dejame en paz comerme mis caprese!!!


*Como te digo una cosa, te digo otra. No falta jamás quien, al momento de llegar las empanadas y abrir la caja, empieza a olfatear todo seguido de la frase "no me acerdo de qué pedí...". Para eso sirve la lista del pedido.


- La empanada botox

La empanada de jamón y queso es de relleno. Siempre. Pocos serán quienes pidan en primera instancia este sabor (no quiero hablar mal de ellos... el prejuicio es algo feo), se piden cuando estás hablando con quien toma el pedido, te das cuenta que no completás la docena o su múltiplo y rellenás entonces con jamón y queso.





Bon appetit!!!


 
PD: si tenés más de 15 años no podés pedirte de salchichas con mayonesa (parece una locura pero sí, existe ese gusto, muzzarella + salchicha + mayonesa), aunque pensándolo bien si tenés menos de 15, tampoco. Mayonesa caliente, guácala. 

viernes, 20 de julio de 2012

Los imperdonables del mate


Yo soy una persona muy paciente y tolerante, pero esto no quita que me ponga nerviosa ante situaciones extremas.


- Qué tocás la bombilla???? 
La bombilla no se toca, jamás. No es una cucharita, no hace que el agua corra más ligero, no mezcla ingredientes, no hace que el mate esté menos lavado. No me toques la bombilla.
Si Dios fuese justo, y este mundo más divertido, no sería delito que yo le clave la bombilla en la garganta al energúmeno que osa meter sus dedos en mi mate.

- No hay más agua, dejá en paz al mate!
Hasta cuándo pensás que sale agua? Te dijeron que era un manatial de yerba mate del que sale agua sin parar? 
Me altera sobremanera el ruidito constante de mate que se acabó.
Si Dios fuese justo, y este mundo más guerrero, el chupador interminable sería condenado a ser encerrado en una piscina de 15.000 litros repleta de mate*, y al sonido de "querés mate? ahí tenés mate!!!!", debería tomarse todo en un día para salvar tu honra, y su vida, claro. 

- Qué estás haciendo con tu boca???? Volumen 1 y 2.
Volumen 1: La bombilla no es un pedazo de apio que vas comiendo mientras charlás, la bombilla no se muerde. Si tomamos a la bombilla como el medio que te posibilita consumir el agua, morderla sería como morderle los dedos al kiosquero que te vende un beldent de menta. Vos hacés eso normalmente?
Volumen 2. La bombilla no es un helado ni es la boca de Angelina Jolie ni la de Brad Pitt, así que la lengua pasala por otro lado. Mirá que tenés que ser infeliz para chaparte el mate...
Seguro que con sus parejas son iguales, son de esos que se chuponean delante de todos y encima van sacando la lengua antes de rozar los labios. Asco.
Si Dios fuese justo, y este mundo más copado, estaría avalado que yo le pegue con La Gotita los labios a los exponentes de los Volúmenes 1 y 2, y les pase luego pimienta por la nariz.

- Se te taparon las glándulas salivales???? 
La función del mate no es formar junto a esos bizcochitos un bolo alimenticio, para eso está la saliva. Entonces te pido por favor que no te metas un bizcocho, tomes el mate y sigas masticando. Eso está mal, muy mal. Además se te puede quedar pegado un cacho de Don Satur en la bombilla y eso está mucho peor.
Si Dios fuese justo, y este mundo más inteligente, a mí me premiarían por cada "armador de bolo alimenticio con mate" al que le baje los dientes con el termo de acero inoxidable.

Si me acuerdo de algo más, les aviso.
Sólo algunas aclaraciones: la ronda del mate va para donde yo quiero, y si quiero. Le cambio la yerba al mate cuando yo quiero, y si quiero.
La casa se reserva el derecho de cebar mate, y sin dar explicaciones.


*Tengo que analizar si la lleno de mate cocido o de mate que tomó alguien y escupió adentro. No sé, habrá que votar. 

martes, 17 de julio de 2012

Ti tu ti tu ti tu ti tu tiiiiii

Todos sabrán lo que la gente mayor genera en mí... bueno, y los niños muchas veces...

Hablan de la juventud pero el que cruza la calle en diagonal, sin mirar, y haciéndolo en la misma dirección de los autos (o sea, no los ve venir), es el señor de 65 años. La que se te mete en la cola del colectivo porque ella espera otro (que da por sentado llegará antes porque sí) es una señora de 68 años, claramente con más estado físico que muchas treintañeras. En el supermercado las viejas son las más zorras (queda mal decirle a la pobre dama "hija de puta"... no jodamos), y los cajeros parecen ser su presa favorita. No escatiman en malos tratos e insultos, si son "morochitos" se esmeran más aún*, es para ellas estar en un parque de diversiones. Les encanta empezar a buscar la plata entre sus petates cuando ya el cajero les dijo cuánto es, y revuelven todo, sacan, ponen, no encuentran, siguen revolviendo; si sabés que lo que comprás lo vas a pagar, por qué no ir buscando mientras pasan los productos? Será tan difícil?*
Pero todo esto, todo, todo, todo se me olvida cuando veo a un viejo o una vieja buscando el celular que suena en su bolso con sonido monofónico. De repente se vuelven para mí como conejitos. Los amo.



 *Se ve que estas personas mayores fueron criadas en entornos donde se valoraba sobremanera el color blanquecino. Es más, yo creo que se meten en la cola del cajero más morocho para joderle bien el día y ellas volver livianitas a ver la novela de las 15 hs. Por suerte no trabajo en atención a viejas si no todas vendrían a mí, mi cabello sería como miel para ellas.
*El otro día casi me muero. Una señora mayor, en día de descuento en el super (no sé por qué siempre me olvido y voy los días de descuento... masoquista), se había olvidado su credencial (credencial se llama?) de jubilado y lo increpaba al pobre pibe: "ay, no ves que soy jubilada???", yo le hubiese respondido: "veo que es vieja, señora, si se jubiló no lo sé, pero vieja, es, no hay dudas".